El viernes por la mañana D. Julio Vidal, de la Junta de Castilla y León, visitó la zona y los petroglifos.
Accedimos al lugar por la parte norte, para dejar el coche lejos, y de paso ver los alrededores. Cuando llegamos a las rocas, las observó en silencio. Tan largo, que acabé interrumpiéndolo con un par de comentarios.
Ahora que lo pienso, tendría que haber estado callado y dejarlo disfrutar.
Y eso que el día estaba nublado, la poca luz no hacia justicia a los grabados…
Después de medir y fotografiarlos, nos alejamos un poco por los alrededores y regresamos a las rocas. Luego fuimos al lado contrario… y regresamos a las rocas. Como si fuesen un imán
La mañana se nos fue en un santiamén, creo que el poco tiempo que estuvo allí, le bastó para comprobar que es un lugar sugerente y especial, con gran atractivo arqueológico y con unas vistas espectaculares. “Lo tiene todo”, imagino que pensó.
La visita fue cordial, me pareció un hombre afable y con criterio. Incluso contestó con agrado las preguntas que le hice.
Sé que, aunque sin quererlo, mi forma de proceder, ha trastocado un poco la manera en la que normalmente se suelen llevar estos temas.
Por eso todavía valoro más la forma en la que se produjo el encuentro.
Cuando nos despedimos me dijo que la Junta de CyL me mantendría informado. Me hizo ilusión, la verdad.
Me gustan los días en los que las cosas salen bien.
Saludos a todos.
domingo, 17 de febrero de 2008
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1 comentario:
Hola Juan Carlos
Soy Patricia, la hija de Lisardo.
Yo sí que no tengo ni idea de petroglifos pero me gustan, como casi todo lo viejo y antiguo (creo que por eso estoy restaurando una casa en contra de las recomendaciones de medio mundo).
Estoy alucinada y emocionada con tu descubrimiento, de verdad. Tiene algo contagioso, empático, que va a hacer que muchos que desconocemos casi todo acerca de las piedras antiguas sigamos esta historia al día.
¡Mucha suerte y enhorabuena!
Saludos desde Cantabria
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