Este fin de semana Jose Luis Galovart ha visitado los petroglifos.
Cuando en los primeros artículos, fantaseaba con la idea de ver a los expertos junto a mis piedras, no imaginaba que la espera iba a ser tan corta.
El tiempo hizo de las suyas todo el fin de semana. De todas formas, doy gracias porque, en el momento de llegar a los petroglifos, las condiciones eran perfectas y la visión fue ésta :
Cuando en los primeros artículos, fantaseaba con la idea de ver a los expertos junto a mis piedras, no imaginaba que la espera iba a ser tan corta.
El tiempo hizo de las suyas todo el fin de semana. De todas formas, doy gracias porque, en el momento de llegar a los petroglifos, las condiciones eran perfectas y la visión fue ésta :
No tuvimos tanta suerte al día siguiente. Lluvia, frío, aire y niebla. ¿Qué se puede hacer en un día así?. Ya sé que os imagináis la respuesta, pues no, fuimos a ver los petroglifos que la asociación cultural Carrubeis rescató del olvido.
El camino que hay que tomar para llegar a ellos y la contemplación de las rocas, compensaron con creces la lluvia y el frío.
He conocido a una persona entrañable, de trato fácil, que durante el tiempo que pasamos juntos, no dejó de darme consejos y proponerme líneas de investigación insospechadas para mí.
Si una persona acostumbrada a ver petroglifos, como él, te dice que la piedra de las cazoletas es “espectacular y preciosa”, todavía me lo creo más.
Sólo tengo palabras de agradecimiento, para él y para su esposa que le acompañaba, también una enamorada de las piedras.
Si una persona acostumbrada a ver petroglifos, como él, te dice que la piedra de las cazoletas es “espectacular y preciosa”, todavía me lo creo más.
Sólo tengo palabras de agradecimiento, para él y para su esposa que le acompañaba, también una enamorada de las piedras.
Gracias por todo
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