Los pormenores de la noticia no eran nada halagüeños:
"Los afectados pusieron de manifiesto su impotencia ante la falta de información por parte de la Consejería de Agricultura y las dificultades a la hora de acceder al estudio ambiental para comprobar si están reflejados los impactos ecológicos y sobre el patrimonio que han provocado las obras. Los participantes en la reunión fueron detallando las pérdidas irreparables, entre las que destacaron el destrozo en el Camino de Santiago que la Fraternidad Internacional de la vía histórica hará llegar a la Unesco y la destrucción de los grabados rupestres dados a conocer en 2009 por el investigador astorgano Juan Carlos Campos en su blog Tierra de Amacos, en la que haciendo alusión a un artículo publicado en El Faro Astorgano el 18 de septiembre de 1992, señalaba lo siguiente: "el petroglifo en cuestión se encuentra en el Urceo de Turienzo de los Caballeros, frente al Monte Santiago de Andiñuela, dominando el ángulo recto que aquí hace el río y, relativamente próximo al camino que va de Turienzo a esa población".
Después de releer el texto varias veces, la única alternativa posible fue ir a la estación rupestre lo más pronto posible para salir de dudas. Así que ayer mismo me acerqué hasta el Urceo de Turienzo en busca de "Peña Furada", algo que no me resultó nada fácil, porque la vegetación ha crecido tanto desde mi última visita que todas las referencias que conservaba en mi memoria habían cambiado. El cortafuegos que estuvo a punto de afectar a la estación rupestre había desaparecido, colonizado por urces y escobas que hacen imposible su localización hasta que no pasas por encima de los montículos de tierra que dejó en su día la pala del bulldozer. No obstante, después de invertir el doble de tiempo de lo normal, conseguí localizar la estación.
La estación estaba como siempre, y debo decir que nunca me he alegrado tanto de una confusión. Leyendo la noticia me había preocupado bastante y llegué a temer seriamente por una de las estaciones rupestres más importantes de Maragatería. "Peña Furada" no es sólo la primera evidencia conocida de petroglifos en la provincia de León, además, su sistema de cubetas comunicadas por surcos constituye uno de esos "elementos propios" de los petroglifos de Maragateria, como indicaron en su día los catedráticos de Prehistoria de la ULE Federico B. de Quirós y Ana Neira.
Peña Furada en la actualidad. Vista general
Dicho esto, la buena noticia es que todo sigue igual en Peña Furada. La mala noticia, es exactamente lo mismo, es decir todo sigue igual.. de mal. Y me explico:
La zona y alrededores de los vestigios están invadidos por la vegetación y monte bajo. La parte de detrás de panel está cubierta por urces, y las escobas y encinas rodean el afloramiento de pizarra esquistosa. Este tipo de pizarra reacciona a los cambios de temperatura exfoliándose capa tras capa. La vegetación circundante es una bomba de relojería, y si por desgracia hubiera un fuego en la zona, los daños ocasionados serían irreparables.
Peña Furada. Zona izquierda.
Peña Furada. Zona derecha
Por otro lado, la proximidad de la estación al cortafuegos es otro factor amenazante. Este cortafuegos está, como ya he explicado, invadido por la vegetación y ya no cumple la función para lo que fue realizado. Es de esperar por tanto, que mas pronto que tarde la pala de un bulldozer haga una pasada para recuperar el cortafuegos. Como el afloramiento está camuflado entre el monte bajo y no hay ningún elemento de seguridad que indique su presencia, bastaría una pequeña desviación en la linea que marca el operario de la maquina para arrasar (esta vez sí) el yacimiento. Llegados a ese hipotético caso, los responsables de Patrimonio se rasgarán las vestiduras, mientras abren un expediente sancionador contra el operario o la empresa forestal correspondiente, como si ellos no fuesen responsables de nada.
El yacimiento rupestre invadido por la vegetación
Quizá este susto, ocasionado seguramente por una confusión de alguien que al no encontrar la estación rupestre supuso que había sido arrasada, pueda servirnos de aviso de lo que puede pasar, y para tomar conciencia de la realidad actual, que a modo de resumen puede ser la siguiente:
- "Peña Furada" fue descubierta en el año de 1992, para pasar al olvido otros veinte años. Un cortafuegos pasó a escasos tres metros del afloramiento, que se salvó de milagro.
- Hace diez años, con motivo de la "fiebre de los petroglifos", consiguió salir de su letargo y dejar de ser una excepción, para formar parte de un catálogo cada vez más extenso.
- Diez años después, la desidia y la dejadez siguen imperando. Los petroglifos no están señalizados, ni cuentan con ningún elemento de protección.
En mi opinión, los únicos responsables de este despropósito son las autoridades de Patrimonio y en última instancia su superior, el Delegado de la Junta para León. No olvidemos que nadie puede tocar un yacimiento rupestre sin su consentimiento expreso. Ellos son los encargados de promover estudios, realizar limpiezas del entorno, dotar de elementos de seguridad, y cualquier otra actuación que podamos imaginar, como DECLARAR DE UNA VEZ LOS YACIMIENTOS COMO BIENES DE INTERÉS CULTURAL. Es una vergüenza que la ley obligue a su declaración, y que ni uno solo de los petroglifos descubiertos figure en la lista de Bienes Culturales. La inmensa mayoría permanecen olvidados a su suerte y protegidos tan solo por la Divina Providencia.
La sociedad y los responsables municipales deben reaccionar unidos, exigiendo a Patrimonio que cumpla su cometido, y de paso una ley a la que ellos deben estar más sometidos que nadie.
Lo dicho, a ver si esto al menos nos sirve de aviso.
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