Fue a principios de 2008 cuando tuve la suerte de descubrir
en la Somoza maragata dos rocas grabadas con cazoletas y laberintos. Estos
espectaculares petroglifos se convirtieron para
mí y otras muchas personas en una
pequeña ventana a la que asomarse y descubrir un mundo perdido en las laderas del Teleno. Los sucesivos descubrimientos de otros
paneles con petroglifos están conformando un “corpus” cada vez más extenso, que unido a las
pinturas de la misma época del Bierzo y La Valduerna hace que se pueda hablar
con propiedad del “Arte rupestre de la provincia de León”.
Comprendí
además que estos yacimientos duplicaban las fechas aceptadas hasta ahora sobre la presencia humana en la comarca maragata, pues confirman la ocupación del territorio por
comunidades más o menos estables desde
finales del Neolítico, aproximadamente hace unos 5000 años antes del
presente.
En aquella época yo buscaba respuestas a la pregunta sobre
la cronología de las primeras ocupaciones humanas de este territorio al que
ahora llamamos Maragatería, y confieso que descubrir vestigios tan antiguos colmó todas mis expectativas.
Sin embargo me he seguido haciendo la misma pregunta de siempre:
¿Quiénes estuvieron antes?
Hace un par de años encontré
en Quintanilla de Somoza una piedra en el suelo. Era pequeña y estaba mezclada con otras muchas que se habían caído
de una pared de piedra seca de las que
tanto abundan por aquí, pero por alguna razón clavé mi mirada en ella y no pude apartarla hasta que la tuve
en mis manos. Era un bifaz. Mi primer bifaz y el primero documentado en todo
Maragatos.
Había oído y leído historias sobre hachas de mano y cosas
parecidas en la comarca, pero si existen estas piezas están bien esconditas, porque lo cierto es que a día de hoy no tengo constancia física de industria lítica del Paleolítico en toda la Somoza
maragata. Consulté con unos cuantos amigos especialistas en el tema y el
veredicto fue unánime: “Se trata de un bifaz musteriense del Paleolítico Medio. Es muy
interesante porque no hay nada documentado de esta época en Maragatería y
deberías entregarlo al Museo de León”.
Vale, les dije. Y me fui corriendo para casa a repasar lo que era el
Musteriense ese. En cuanto a lo de entregarlo… no fui capaz, al menos en ese
momento. Qué queréis que os diga, era mi
bifaz...
Eso fue hace unos años, pero hoy
sé que el Musteriense es el nombre con el que se denomina a una manera o modo
específico de tallar las piedras para fabricar los útiles en el Paleolítico Medio.
Los modos anteriores (modos 1 y
2, también llamados Olduvayense y Achelense) se caracterizan por que se trabaja el núcleo de piedra "quitando lo que sobra” como en una
escultura, y descartando las pequeñas lascas resultantes de la talla.
Sin
embargo en el Modo 3 o Musteriense el nódulo o núcleo de piedra se prepara
previamente, de tal manera que este paso intermedio facilita la extracción de
láminas o lascas más finas, que a su vez se retocan para incrementar el filo y
mejorar el resultado final. Esta técnica permite extraer varios útiles de un
mismo núcleo y obtener mucho mejor rendimiento con menos trabajo.
Aunque los principios de esta
técnica se originaron a finales del interminable Paleolítico Inferior en los tiempos de Homo heidelberguensis (la banda del tio Miguelón, el de Atapuerca), hay consenso en aceptar el hecho de que fue el Hombre de Neandertal el que la
generalizó, hasta el punto de que los conceptos “industria Musteriense” e
“industria Neandertal” se utilizan como
sinónimos.
Esta herramienta de piedra demuestra que Homo neandertal pasó por estos montes, quizá siguiendo las migraciones de
sus presas para darles caza emboscándose en los estrechos valles. Me lo imagino
con su grupo abatiendo un viejo ciervo acorralado en el río, y fabricando
apresuradamente un bifaz (mi bifaz) de cuarcita con el que descuartizar el animal antes de
que el olor de la muerte atraiga a las hienas, los lobos o lo que sería peor
aún: a los descomunales osos de las cavernas, los verdaderos amos de la Sierra del
Teleno en ese momento.
Tiempo después encontré en las cercanias de Astorga una punta de flecha tallada en silex. Tiene toda la pinta de ser de época neolíitica (así me lo han dicho algunos especialistas)) y de ser eso cierto sería la prueba evidente de que el cerro sobre el que se fundó Asúrica Augusta hace 2000 años fue testigo de la presencia de poblaciones humanas hace más de 5 milenios. El que piense que esta pequeña punta lítica no tiene mayor importancia quizá deba saber que no hay constancia oficial de nada tan arcaico en la dilatada historia de la ciudad y es en este momento el vestigio más antiguo atribuible al Homo sapiens en toda la comarca.
No hace falta ser un experto para ver la evolución qur experimentó la talla lítica desde aquellos útiles toscos del Paleolítico Medio hace quizá más de 150.000 años y la punta de flecha neolítica de hace 5 milenios. A destacar la delicada talla por presión en los filos de la flecha, y resaltar que el silex con el que fue construida tuvo que venir de muy lejos, porque no se conocen yacimientos de este mineral en toda la provincia de León
Como en el caso de las rocas con petroglifos, un instrumento de piedra fabricado por el hombre primitivo transmite información preciosa sobre mundos ya desaparecidos, pero en mi caso también me ha contagiado unas calenturas nuevas que he bautizado como "fiebres paleoliticas".
Tiempo después encontré en las cercanias de Astorga una punta de flecha tallada en silex. Tiene toda la pinta de ser de época neolíitica (así me lo han dicho algunos especialistas)) y de ser eso cierto sería la prueba evidente de que el cerro sobre el que se fundó Asúrica Augusta hace 2000 años fue testigo de la presencia de poblaciones humanas hace más de 5 milenios. El que piense que esta pequeña punta lítica no tiene mayor importancia quizá deba saber que no hay constancia oficial de nada tan arcaico en la dilatada historia de la ciudad y es en este momento el vestigio más antiguo atribuible al Homo sapiens en toda la comarca.
No hace falta ser un experto para ver la evolución qur experimentó la talla lítica desde aquellos útiles toscos del Paleolítico Medio hace quizá más de 150.000 años y la punta de flecha neolítica de hace 5 milenios. A destacar la delicada talla por presión en los filos de la flecha, y resaltar que el silex con el que fue construida tuvo que venir de muy lejos, porque no se conocen yacimientos de este mineral en toda la provincia de León
Como en el caso de las rocas con petroglifos, un instrumento de piedra fabricado por el hombre primitivo transmite información preciosa sobre mundos ya desaparecidos, pero en mi caso también me ha contagiado unas calenturas nuevas que he bautizado como "fiebres paleoliticas".
Hace una buena temporada me armé de valor y acepté lo inevitable. Contemplé por última vez el bifaz y la punta de flecha y les hice unas cuantas fotos de despedida. Cuando los deposité en el Museo de León pensé que me iba a costar más desprenderme de esas jodías piedras, pero la verdad es que me sentí liberado y salí del museo con la sensación de caminar ligero como una pluma.
Sé que estas piezas nunca fueron realmente mias y ahora ya son nuestras, de todos las que las quieran apreciar. Se quedaron en buenas manos, y por un momento pensé que las "fiebres" remitirían, pero no. Están empeorando, así que os aviso...
11 comentarios:
Eres grande, Juan Carlos
Gracias amigo, eso es que me ves con buenos ojos..
Nos alegramos de que sigas en la brecha y dando a conocer nuestro extenso y desconocido patrimonio, me gusta la forma en que recreas a tu manera esa vida de nuestros antepasados. Que sigas disfrutando con lo que haces y que tengas buena suerte en tus descubrimientos para divulgarlos como haces. Un saludo Juan Carlos "El Grande", como ya te llaman.
Se me va a inflamar el ego y después tendré que hacer una dieta de humildad.
Juan Carlos acabo de leer la historia del "bifaz" y de la punta de flecha y tengo que decir que me dió más pena a mi que a tí cuando lo entregaste al museo. Je je.
Para que me reconozcas, te diré que soy Antonio, que vivo en Madrid y tengo una casa en Astorga que me reformásteis vosotros. Me suelo acercar por la tienda a saludarte cuando voy a Astorga.
¿Hay alguna novedad en lo que estás trabajando ahora?
Saludos
Juan Carlos acabo de leer la historia del "bifaz" y la punta de flecha y me ha dolido más a mi que a tí cuando lo entregaste al museo. Je je
Para que sepas quien soy, te diré que me llamo Antonio, vivo en Madrid y tengo una casa en Astorga que me reformásteis vosotros. ZSuelo ir por la tienda a saludarte cuando voy a Astorga.
¿Hay qalguna novedad en lo que estás trabajando ahora?
Saludos
Perdón por la repetición.
Hola Antonio, gracias por pasarte por aquí.
Tengo alguna novedad, estoy descansando un poco del tema de los petroglifos, pero en plenas fiebres paleolíticas.
¿Te imaginas a un grupo de homínidos hace 300.000 años acampando en el promontorio sobre el que hoy se levanta Astorga?
Pues en esas estoy amigo...
Un abrazo
Bueno.. Juan Carlos me encanta que haya personas que se dediquen a buscar y exponer aquella historia aun oculta de nuestros ancestros, soy un enamorado de todo ello y tambien aficionado a patear campo encontrando lugares donde estuvieron, lo que hace que tambien se imaginen o se sientan a tu alrededor a esas personas.. fantastico¡
Gracias Zoelae, he visto tu blog y me parece muy interesante. Felicidades a ti también
Gracias Juan Carlos.. pero nada que ver con el tuyo que me parece ya en principio en mejor formato y por lo tanto mas atractivo a la vista y lectura..debo cambiarlo sin saber de estas cosas apenas.
suerte y adelante con tu faena
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