miércoles, 21 de abril de 2010

ASTORGA 1810 LA PROCLAMA DE JUNOT A LA CIUDAD DE ASTORGA

En el año 1910 se celebran los actos del primer centenario de los Sitios:

"La ciudad de Astorga, deseando conmemorar los gloriosos Sitios que en el año 1810 sostuvo con el ejército invasor Francés, ha organizado por medio de la Junta creada, de acuerdo y con el auxilio del Excelentisimo Ayuntamiento, grandes festejos, coincidiendio con los tradicionales de honor de Santa Marta, patrona de Astorga."
Con motivo de tal celebración el ayuntamiento editó un programa especial que se vendió a 35 céntimos de peseta, con una larga lista de festejos y conmemoraciones
Este programa se completaba con semblanzas del Gobernador Santocildes, sobre Napoleón y su estancia en Astorga, los testimonios escuchados a los familiares que vivieron los Sitios en primera persona y otros detalles de la guerra.
Es de suponer que el ayuntamiento solicitó colaboraciones literarias a todos los estamentos, ya que en la parte central aparecen felicitaciones, sonetos y poesías a mayor gloria de los héroes defensores, típicas del estilo de la época. Están firmadas por personas tan ilustres como Pio y Manuel Gullón, Rodriguez de Cela, General Cabrera, Concha Espina, ( parece el callejero de Astorga). También hay testimonios de ministros, senadores, obispos de varias diócesis, gobernadores, diputados y altos cargos militares.
Lo extraordinario de este librito es que siendo de por si una joya, esconde una sorpresa. Otro pequeño tesoro de varios quilates al que hay que añadir el valor sentimental que supone para la ciudad de Astorga. Un documento importantísimo, que si bien no podemos considerar inédito, se había quedado olvidado, siendo en la actualidad desconocido por los especialistas. El citado documento es ni mas ni menos que el discurso que el General Junot dio a la ciudad de Astorga el 22 de abril, día de la capitulación.
La proclama de Junot se encuentra en la pagina 13 de este programa de festejos, donde hay una colaboración con el titulo "ORACIÓN", firmado por ANDRES MARTINEZ SALAZAR
, un ilustre astorgano que alcanzó el éxito profesional en Galicia, (escritor y editor, fue director de la Real Academia Gallega, además de ser el primer cronista de A Coruña...).
Es posible que este hombre conservase el original y mandase una copia del texto, sabedor de que no era conocido por los astorganos, pues no figuraba en la "Historia de Astorga" de Matías Rodriguez publicada un año antes ( sé que la leyó por que D. Andrés figura al final del este libro como suscriptor ).
El título "Oración" despistaba a cualquiera, incluso a los editores del programa de fiestas, que colocaron el documento mas importante que habían recibido camuflado entre odas y sonetos.
D. Matías Rodriguez muere el mismo abril de 1910 poco antes de editarse el documento en el programa de fiestas, razón por la cual no fue incluido en las siguientes ediciones de su libro. Quizá el discurso del general francés escociera todavía como la sal en la herida, pero el caso es que este documento quedó en el olvido otros cien años, pues el original o la copia que tuviese A. M. Salazar no figura en ningún archivo publico (los excelentes investigadores actuales lo habrían localizado) y es lógico que nadie espere encontrar algo como esto en el librito de las fiestas del pueblo.
El Instituto Leones de Cultura guarda un ejemplar del programa y lo ha editado digitalmente en la weeb de la Fundación Saber.es, donde puede se puede descargar libremente.
El hecho de que el documento esté escaneado, ha impedido también que su contenido pueda figurar en las bases de datos de los buscadores, pareciendo que todo haya coincidido para que la proclama de Yunot haya permanecido todo este tiempo en el rincón del olvido.
Podemos imaginar el estado de ánimo de la Corporación astorgana escuchando el discurso en el ayuntamiento, con las tropas francesas controlando la ciudad y después de haber visto al Gobernador y a su guarnición salir prisioneros por la Puerta del Obispo, pero 200 años son suficientes para curar heridas, y ahora podemos leer el documento con la perspectiva que da el tiempo y recordar con orgullo este episodio de nuestra Historia:

Oración que el general Junót echó á las representaciones del pueblo de Astorga, consiguiente á su entrada en él

El hombre debe ser conducido en todas sus operaciones por la Razón y por la Justicia: este es un principio de la misma naturaleza impreso por Dios en el corazón de cada uno para que, dirigiéndose por su luz, pueda ser justo y feliz. Justamente, por desgracia del género humano la exaltación de las pasiones, el fanatismo del espíritu del error y el apartarse de las sendas de la verdadera virtud hacen muchas veces que la locura sea más poderosa que la razón misma y que el hombre venga á obrar como un delirante furioso.
Tal es Señores, la conducta de los españoles en esta guerra, y tal es la que ha acarreado á esta infeliz Ciudad la multitud de daños que ha sufrido y que le queda por sufrir. La guarnición, esa valiente guarnición, ha llenado todos sus deberes, es digna del mayor aprecio de mi Emperador y mío; ha sostenido con tesón su deber militar hasta el debido punto, y por esto ha recibido hoy por la mañana todos los honores de la guerra. Si á la primera intimación hubiera cometido la bajeza de rendir sus armas, hubiera sido tratada con vilipendio y con desprecio.


Esto es dicho por lo que respecta á los que han abrazado la carrera militar; pero ¿qué diremos de un pueblo que, manteniéndose rebelde y obstinado contra el mejor de los Soberanos, ha querido tomar sobre sí todas las fatigas del Soldado y exponer su vida y las de sus familias á la justa indignación de aquél y de mis tropas vencedoras?
Mi Emperador, por que tiene un corazón clemente, me encarga sea fácil en perdonar hasta este género de crímenes al pobre, al artesano, al ignorante, al desvalido que, intimidado por la fuerza, se le ha hecho olvidar su taller para tomar las armas; pero quiere que últimamente (sic) se castigue con el rigor último al Poderoso y sobre todo al Eclesiástico que olvidado de sus Sagrados Deberes, especialmente en el santo tiempo de Cuaresma que, debiéndose haber empleado en la predicación de la paz evangélica y sumisión a las potestades legítimas, lo ha invertido sacrílegamente en excitar la rebelión, en fomentar ese fuego de Satanás, que en la tarde de ayer ha hecho derramar tanta y tan preciosa sangre francesa.

Estos serán los castigados; mi corazón benigno y humano me impele fuertemente á perdonar lo que antes tengo dicho; pero un principio bien entendido de caridad y justicia equitativa me fuerza á no reservar castigo contra estos segundos delincuentes que, validos de la Santidad de su caracter y consideración que en España merecen los puestos y dignidades que ocupan, con perverso ejemplo y falsa doctrina han acarreado á la España muchos de los males que padece. Buena prueba es de todo esto el saber como yo se de cierto (porque me son notorios hace muchos dias hasta los pensamientos de cuantos han vivido dentro de este recinto) el hallarse encerrados dentro de muralla la mayor parte de los Curas Párrocos de estas cercanías, predicando la rebelión y la discordia y sosteniendo algunos el fuego hasta en la misma brecha; de todos estos quiero yo (Sr. Corregidor) una noticia para tomar mis providencias conformes á las terminantes órdenes de mi Emperador.

Por lo demás, la Ciudad no será maltratada: yo tengo aquí una cortísima guarnición y es precisamente el resto de estos valerosos Batallones que han perecido ayer: mi objeto es el de permitirles algún desahogo en desquite del coraje que les ha causado la pérdida de sus camaradas; más no habrá desórdenes. La contribución que únicamente será impuesta servirá solamente para elevar un monumento que acredite a los Siglos futuros el valor de las tropas francesas y el honor de la tropa española. Os recomiendo mucho la paz y tranquilidad

Astorga y Abril 22 de 1810 - El General Junot

Andrés Martínez Salazar Bibliotecario



Documentación:

Astorga en el primer centenario de los Sitios (pag 13)


Jean-Andoche Junot

Duque de Abrantes

2 comentarios:

Alevín dijo...

Claro que merecia la pena esperar dos días J.Carlos. Lo que no entiendo es que ese documento no se haya publicado anteriormente, pues no hay nada de deshonroso ni para franceses ni para los astorganos, al contrario, se respira una ecuanimidad sorprendente(y hasta con cierta justicia poetica) en eso de que solo se castigara, no a los soldados que cumplian con su obligación o al pueblo que se vío impelido por la necesidad a participar en la defensa, sino al clero que se metía en uun terreno que, Junot, consideraba que no le competía (todos hemos pensado alguna vez después de un sermón eso de "los curas a rezar y que se dejen de politiquerías.....")

Juan Carlos Campos dijo...

"Se castigará al Poderoso (nobleza) y al Eclesiástico".
Los ideales de la Revolución llevados a su extremo.
También utiliza las tácticas de información, ensalzando al enemigo para hacer más grande su victoria.
La noticia de la conquista de Astorga fue publicada en Paris diciendo que "el Duque de Abrantes, después de un sitio de 24 horas había rendido la ciudad", exagerando el nº de tropas astorganas y minimizando el de sus bajas (tal y como se hace hoy en las guerras modernas).
Junot, apodado "La tempestad" por su caracter, moriría 3 años más tarde (1913) y su biografía no tiene desperdicio.
Ojito derecho de Napoleón y gloria nacional a pesar de sus excesos, dilapidó su fortuna( su señora la Duquesa ayudó lo suyo)
A su especial temperamento se une el hecho de recibir varias heridas en la cabeza. Cuando se presenta en una gala oficial desnudo y con sus condecoraciones es recluido par recibir tratamiento.
En pleno delirio se tira por la ventana, no se deja curar bien las heridas y días después muere a consecuencia de estas.
Yo le deseo a él también la paz y la tranquilidad.
Sin rencores