miércoles, 7 de abril de 2010

ASTORGA 1810. LA CAPITULACIÓN

Día 22:

La rendición fue el único camino posible para el Coronel Santocildes, ya que no quiso hacer una salida en desbandada, pues no había tiempo para prepararla, no sabían donde estaban las tropas españolas de apoyo ( si es que las había) y lo mas importante: abandonar la ciudad supondría "que en este caso dejábamos a los leales astorganos a discreción del enemigo".
Considerando la debilidad de la posición astorgana el Gobernador consiguió de Junot unas condiciones inmejorables, pues los términos de la capitulación fueron los siguientes:

Art. 1º- La guarnición será prisionera de guerra y saldrá de la plaza con los honores de la guerra. Entregará sus armas a cien pasos de la puerta. Los soldados conservaran sus mochilas y los Oficiales sus equipajes.

Art. 2º- Los conquistados se comprometen a facilitar listas detalladas de la guarnición, de los habitantes armados, de los almacenes y de las cajas tanto civiles como militares. " En una palabra: todos los individuos que han hecho servicio, a fin de que todas las armas sean entregadadas"

Art.3º- Se garantiza que " todo lo que toca a la Religión católica sea respetado (...) y que el General en Jefe prohiba bajo las penas mas graves que su tropa extraiga la menor parte"
(los saqueos a la catedral y a otras iglesias hace pocos meses estaban todavía muy presentes en la memoria maragata)

Art.3º- Se colocarán guardias a las puertas de la ciudad, en las iglesias y en las plazas para garantizar estos acuerdos.

Una vez que Santocildes tuvo firmado el documento se presentó ante Junot acompañado por las autoridades civiles de Astorga. Como manda el protocolo en estos casos, se dispuso a entregar su espada, pero el General francés declino la oferta diciendo que " un oficial tan bizarro no debía estar sin ella"

A la dos de la tarde salió Santocildes con su guarnición por la puerta del Obispo con todos los honores de la guerra, banderas desplegadas y tambor batiente, y llevando a su vanguardia, con espada en mano y montada, una pequeña partida de caballería de 16 jinetes. Un testigo francés escribió en sus memorias que nunca habían visto desfilar a las tropas españolas con tal orden y ligereza.
Un pasillo formado por 10.000 infantes y varios escuadrones de caballería napoleónica situados a ambos lados del camino condujeron a las tropas maragatas hasta la explanada de la Fuente Encalada, donde esperaba Junot con su Estado Mayor rodeado por seis batallones. Allí depositaron las armas, y escoltados por 200 jinetes y mil soldados de élite irlandeses marcharon cautivos por la carretera de la Bañeza en dirección a Francia.

CORONEL SANTOCILDES


GENERAL JUNOT


Pero lo increíble de esta historia es que no acaba aquí:

Santocildes y la guarnición de Astorga son conducidos a Macón, una ciudad de la Borgoña francesa , donde permanece prisionero siete meses hasta que una noche se escapa disfrazado de mendigo, consigue embarcar en un buque y se presenta en Cádiz, donde estaban las cortes y la Regencia. Solicita reintegrarse inmediatamente al servicio activo, es nombrado Mariscal de Campo y se le concede el mando de 6º ejército.
Se traslada a Galicia donde organiza sus nuevas tropas, y aunque le habían encomendado la misión de proteger Galicia y Asturias, decide avanzar con ellas hacia León y Astorga: "aprovechando que el enemigo tenia las tropas muy dispersas caí sobre Astorga para atacarla bruscamente"
Los franceses sabían que el 6º ejercito se acercaba y en unos días abandonaron las ciudades de León y Astorga sin presentar apenas batalla, pero antes de abandonar la ciudad colocan cargas explosivas en las puertas del Rey y del Obispo, destrozándolas para siempre. Ponen también más cargas en las murallas, pero estas resisten bien y las explosiones no logran más que unos pequeños boquetes.
El objetivo era que la ciudad no estuviera tan fortificada y fuese más difícil de defender por los españoles que la iban a ocupar. Los franceses pensaban volver y preparaban el camino.

Bala de cañón alojada en la fachada lateral de la iglesia de Fatima


Lo que queda de Puerta de Rey

El 21 de junio de 1811 Santocildes disfrutó de la recompensa al entrar a caballo con sus tropas por la Puerta Obispo, la misma por la que había salido prisionero apenas un año antes:
" tuve la satisfacción de ser el primero en ocuparla con mis tropas, después de ser el ultimo que tuve la desgracia de dejarla en poder de nuestros enemigos (...) y logré el dulce placer de librar de su yugo a los heroicos habitantes de la Ciudad y su comarca".
Las aclamaciones y vítores de los astorganos hicieron sentir al militar que ya formaba parte de la historia de la ciudad.
Todavía seria ocupada Astorga otra vez por los franceses, pues dos meses después regresaron con tropas muy numerosas que hicieron retroceder a las tropas que Santocildes había dejado custodiándola. Un año después el antiguo Gobernador regresaría a Astorga para luchar. Esta vez lo haría desde fuera de las murallas, dirigiendo el sitio de 1812 para acabar reconquistando la ciudad nuevamente ( el 2º sitio de Astorga)
Pero esa es otra historia en la que profundizaremos otro día.

ENLACES INTERESANTES

Los hechos vistos desde el lado francés, otro trabajo de Arsenio Garcia Fuertes:
Crónicas de la Independencia: Souvenirs Militaires d'un Officer du Premier Empire (1795-1832)

El húsar que no aceptó la derrota. Por el Dr. Marcelo Macias (1910)


Astorga, ciudad sitiada. Segundo asedio. 1812

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