domingo, 15 de febrero de 2009

SOLO VALORAMOS LO QUE CONOCEMOS

Las últimas fotos del artículo anterior demuestran lo sensible que puede ser el arte rupestre y su entorno ante las agresiones que puede padecer.
Los agentes atmosféricos causan deterioro a causa de la lógica erosión y el paso del tiempo, los incendios, riadas, seísmos, la contaminación etc. han ido desgastando pinturas y petroglifos y en ocasiones los han hecho desaparecer.
En otras ocasiones las condiciones naturales han permitido conservarlos( cuevas , abrigos, rocas duras o resistentes al fuego…) y de esta manera ha llegado a nosotros el legado de una cultura ancestral , que debemos respetar y preservar para las futuras generaciones.
En la “Peña de Santiago” se han ido añadiendo grabados en la roca, y durante los últimos 20 años el entorno ha sufrido más que en los 2000 años anteriores. Un buen amigo me ha dicho que el tampoco recuerda la cazoleta junto a las herraduras y asegura que fue realizada hace unos quince años (ya me extrañaba que D. José María Luengo no la hubiese visto..)


No es disculpa que algunos grabados pretendan “armonizar” con los prehistóricos y que algunos han sido realizados con primor y conocimientos de cantero. El caso es que se ha alterado la magia, es como pintar bigotes a la Gioconda…

Las siguientes fotos reflejan lo atrevida que es la ignorancia. Si sus autores hubiesen sabido quien fue realmente Ramsés I I quizá no hubieran pasado a la historia como los tontos de baba que grabaron sus nombres en los colosos de Abu Simbel, mandados construir por Ramsés hace más de 3000 años.





Esta foto me trae gratos recuerdos de unos días inolvidables en las tierras gallegas con José Luis Galovart y con Nieves. El monte Tetón en Tomiño, el castro de Santa Tecla, los petroglifos portugueses...
La hice en el mismo momento de la despedida (seguro que ellos se acuerdan) y refleja la magia que antes citaba.



Si embargo el arte gallego tampoco se ha librado de las agresiones de los “elementos de la naturaleza”: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2006/05/14/4772745.shtml

Hay muchos ejemplos que demuestran que estos actos son producto de la ignorancia y el desconocimiento, mas que de vandalismo. En los actos vandálicos la gente no pone su nombre y apellidos:
Destrucción del arte rupestre del Sahara occidental

Arte sureño ( Cadiz) Galería de los horrores

La protección del arte rupestre, por Miguel Guerrero


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