domingo, 21 de agosto de 2022

MARAGATERÍA SECRETA, MI NUEVO LIBRO

 Este verano de 2022 ha sido el inicio de una nueva aventura editorial : la publicación de mi tercer libro, que lleva por  título MARAGATERÍA SECRETA.

Cuando descubrí los petroglifos de Peñafadiel, comencé una intensa investigación que me llevó a recorrer todos los parajes de Maragatería para localizar los grabados rupestres que se escondían en las rocas desde hacía milenios y que ahora me parecía que no podían esperar más para salir a la luz. 

Como resultado de ese trabajo de campo, reuní mucha documentación, incluidos muchos elementos peculiares que estaban colocados en las casas de los pueblos maragatos. El problema es que como no podían ser considerados como "arte rupestre", no pudieron ser incluidos en mis dos primeras  publicaciones," Petroglifos en Maragatería" (2012) y "Grabados rupestres de la provincia de León" (2018)

Ahora ha llegado el momento de hacer justicia con esos elementos arquitectónicos y etnográficos para darles su espacio en un libro dedicado enteramente a ellos.


Portada del libro. La imagen es de un llamador situado en una puerta de Santa Colomba de Somoza.


Esta es una reseña que aparece en la contraportada:

“Maragatería secreta” es un retrato intimista sobre la comarca maragata, en el que la mirada del autor se detiene para contemplar los pequeños detalles que suelen pasar desapercibidos a pesar de estar colocados a la vista de todos.

Aplicando esa visión selectiva, se descubren multitud de elementos arquitectónicos que los constructores y artesanos maragatos incluyeron en los edificios, coronando los tejados y chimeneas o decorando las puertas de las viviendas. Estos ornamentos nacieron para ser contemplados, pero se da la paradoja de que han permanecido casi invisibles para la mayoría de los investigadores que, salvo algunas excepciones, se han centrado tradicionalmente en otros aspectos como la vivienda y el oficio de los arrieros, el origen de los maragatos, la vestimenta, etc.

En este libro los protagonistas son los adornos y las piedras que presiden los tejados, los herrajes de las puertas, los relojes de sol, etc. El estudio de estos sencillos elementos nos parece esencial para una mejor comprensión de la cultura popular de la Maragatería.






Sobre estas líneas, algunas imágenes que aparecen en el libro.

Información de interés:

El libro tiene 240 páginas y otras tantas fotografías, algunas con mosaicos de 12 cuadros, lo que eleva a más de 550 el número de imágenes. Se ha cuidado la edición y la infografía, además del papel que contiene, que es de gran calidad.

Lo he distribuido por las principales librerías de León y Astorga, donde se vende a un precio de 25 € el ejemplar. 

Si alguien de fuera de la provincia quiere adquirir este libro, puede ponerse en contacto conmigo escribiendo a mi correo  juancarlos9999@gmail.com  

  Yo contestaré lo más pronto posible calculando un pequeño incremento para los gastos de envío y, si me lo solicitan, lo puedo mandar dedicado.


 Espero que os guste. 



sábado, 16 de julio de 2022

EL PETROGLIFO DE BRAZUELO.


Hoy tocan buenas noticias:

 Una nueva estación rupestre ha sido descubierta en la comarca de la Maragatería. El hallazgo ha sido realizado por Isasi Cadierno, que además de ser una buena amiga mía es una persona con una inquietud cultural muy acentuada, que le ha llevado a realizar investigaciones sobre muchas cuestiones de la comarca maragata, además de divulgar sus trabajos y fotografías en las redes sociales, aglutinando a muchas personas que tenemos sus mismas inquietudes.

Isasi Cadierno, junto al panel rupestre recién descubierto. 

 Isasi Cadierno descubrió este magnifico panel por casualidad, cuando paseaba por una zona de praderas y monte bajo cercana a la localidad de Brazuelo. Tuvo la gentileza de comunicarme el descubrimiento, y una vez comprobada la importancia del petroglifo la primera acción que se tomó fue la de informar a la delegación del Servicio Territorial de Cultura, para cumplir en primer lugar con lo que marca la ley de Patrimonio, aunque de momento y como suele pasar con esta delegación de la Junta, nadie ha contestado. 

DESCRIPCIÓN.

El panel está situado en un afloramiento de cuarcita que apenas levanta un palmo sobre el nivel del suelo. Se compone de cazoletas exclusivamente, como la gran mayoría de  los petroglifos de la provincia leonesa. En este caso también se cumple la premisa de que se grabaron las cazoletas hasta agotar casi todo el espacio disponible. No se observan surcos que unan las cazoletas. 


El petroglifo de Brazuelo con los Montes de León al fondo.

El panel ocupa una superficie rectangular con un área aproximada de 2 metros cuadrados, donde se concentran no menos de 130 cazoletas de tamaño medio, con un diámetro de entre 4 y 6 cm. y hasta 3 cm. de profundidad.

 Analizando el diseño, se constata que la gran concentración de figuras no implica desorden, pues las cazoletas se agrupan en su gran mayoría sin destruirse unas a otras, respetando entre sí una distancia que en ocasiones no sobrepasa los 8 milímetros. Esta cercanía entre figuras ha sido posible gracias a la propia dureza de la roca de cuarcita, un soporte bastante raro en la comarca, pues es muy difícil de labrar, al contrario que las pizarras.


Petroglifo de Brazuelo, vista lateral.


Vista frontal del petroglifo de Brazuelo.

No obstante, unas pocas cazoletas se han unido a las más próximas, formando figuras ovaladas compuestas por dos y hasta tres figuras, aunque no podemos saber con seguridad si fueron grabadas así o son producto de la erosión.

Detalle de la agrupación de cazoletas. Petroglifo de Brazuelo.

Como en la gran mayoría de los petroglifos leoneses de este tipo, no se observan otras figuras grabadas que pudieran relacionarse con épocas históricas, como cruciformes, firmas de pastores, fechas, etc.

 La gran cantidad de cazoletas grabadas en la superficie de este panel lo convierte en uno de los más importantes de la provincia, equiparable al petroglifo de Quintana y Congosto denominado "El Arca", que presenta también un numero importante de cazoletas, aunque mucho más pequeñas en dimensiones y profundidad.

Como hago siempre en estos casos, sólo me queda dar la enhorabuena a Isasi Cadierno,  porque gracias a su descubrimiento podemos incorporar este magnífico petroglifo al catálogo cada vez más extenso del Arte Rupestre de la provincia de León. 

miércoles, 6 de julio de 2022

LA TRISTE HISTORIA DE UN PETROGLIFO: LA RAPOSERA EN ALIJA DEL INFANTADO (II)

 No pensé hace 4 de meses que escribiría este nuevo post sobre el petroglifo de la Raposera en Alija del Infantado. Supuse que más pronto que tarde el Ayuntamiento de Alija y las autoridades patrimoniales pondrían fin a este despropósito, pero este fin de semana he comprobado que todo sigue igual allí.

La estación rupestre de La Raposera es una de las más importantes de la provincia leonesa, con varios paneles con cazoletas, y uno en especial que llama la atención por su composición, con una cazoleta principal colocada en el centro y rodeada de multitud de cazoletas más pequeñas. No voy a insistir más en la descripción de del panel principal, ya está suficientemente explicado en el post anterior que titulé "La triste historia de un petroglifo: La Raposera en Alija del Infantado". Allí también se enumeran los atentados que ha sufrido esta estación rupestre, y recomiendo a quien desconozca los pormenores que utilice el enlace para ponerse en antecedentes.

Decía al principio que no pensaba repetir la denuncia, pues estaba convencido que el sentido común y la vergüenza torera se acabarían imponiendo a la dejadez y la desidia más absoluta, pero por increíble que parezca, aquí estamos de nuevo, sin haber avanzado ni un milímetro. 

Sólo me queda repetir la denuncia:

- El Ayuntamiento de Alija del Infantado mantiene desde hace un año esta estación rupestre en un estado vergonzoso, haciendo caso omiso a las indicaciones del Servicio Territorial de Cultura de la Junta, que en marzo de este año le instó por escrito para que "realice las acciones necesarias para devolver los restos al estado que tenían antes de su alteración y protegerlos para su puesta en valor".

-El Servicio Territorial de Cultura es el encargado de velar por la seguridad del Patrimonio, pero ni siquiera parece preocuparse de que se cumplan sus requerimientos. 

- No acabo de entender los motivos por los que hemos llegado por segunda vez a esta situación, pero después de un año, un mazacote de cemento y piedras continúa colocado encima del petroglifo.  

Aquí dejo una foto de la estación rupestre antes de sufrir el último atentado, y varias fotos de la situación actual.


El petroglifo antes de ser afectado






Sobre estas líneas, el petroglifo de La Raposera en Alija del Infantado, después de haberle sido colocado cemento y piedras encima. Fotos de 1 de julio de 2022. 


 

miércoles, 2 de marzo de 2022

LA TRISTE HISTORIA DE UN PETROGLIFO: "LA RAPOSERA" EN ALIJA DEL INFANTADO.

 

No son buenas noticias las que quiero transmitir en este post. Trataré de ser lo más conciso posible y de no dejarme llevar en exceso por la indignación que siento en este momento.

A finales de 2012, Ángel Sarmiento reconoció como posibles petroglifos un panel con cazoletas en Alija del Infantado. En el mismo momento que lo vi por primera vez, supe que se convertiría en una estación rupestre emblemática de la provincia de León, y subí un pequeño trabajo a este blog para dar a conocer este yacimiento, además de mandar un comunicado a Patrimonio.

Desde ese año, la estación rupestre de  "La Raposera" figura en la Carta Arqueológica de la provincia, pasando a ser responsabilidad de la Junta de Castilla y León, cuyo Servicio Territorial de Cultura está obligado a velar por su protección y conservación y también a incluir los petroglifos en la lista de los Bienes de Interés Cultural de la provincia. Debo decir también que es incumbencia de los ayuntamientos y de otros órganos de gobierno local una mínima preocupación y vigilancia del patrimonio repartido en su territorio. En este sentido tenemos ejemplos tan edificantes como la Junta Vecinal de Santa Marina de Torre, que puso en valor sus petroglifos casi al mismo tiempo de ser descubiertos, instalando carteles informativos y poniendo en marcha su propia "Ruta de Petroglifos".     

Con posterioridad, edité el libro "Grabados Rupestres de la Provincia de León", donde figuran los petroglifos de "La Raposera" en un lugar preferente, como corresponde a la importancia de un excelente panel con una agrupación de una treintena de pequeñas cazoletas asociadas a una cazoleta central mucho más profunda que las demás. De esta cazoleta principal sale un pequeño canal que desagua el agua de lluvia o cualquier otro líquido vertido sobre el panel a una zona cóncava que actúa como cubeta. Esta composición más elaborada de lo normal destaca sobre la mayoría de los paneles de la provincia, donde las cazoletas aparecen colocadas sin un orden aparente.



Sobre estas líneas, dos fotografías de los petroglifos de "La Raposera" poco después de su descubrimiento.

Y a partir de ahora empieza la pesadilla, porque en el mes de julio de 2018 este panel resultó afectado gravemente por una actuación sin sentido. Alguien construyó un reborde de cemento y piedras en un lateral del panel, con la intención evidente de crear un abrevadero que pronto se llenó de agua putrefacta. Ante tamaño disparate, envié un informe al Servicio Territorial de Cultura, denunciando el acto y aportando algunas fotos. No volví a saber nada del tema hasta que en septiembre de ese mismo año volví a la zona, y comprobé que el reborde había desaparecido, quedando en su lugar la roca con los líquenes quemados por el cemento y algunos restos del hormigón. Pensé que habría sido una restauración de Patrimonio (incauto de mi), pero mi sorpresa fue cuando a los pocos días me llamó el Arqueólogo Territorial, Julio Vidal Encinas, que se mostraba "estupefacto" por haber ido a ver los petroglifos tres meses después de mi comunicado (repito, tres meses después) y ver que alguien había retirado el reborde de cemento. Y cuando le dije que eso mismo había visto yo dos días antes, poco menos que me quería llamar la atención por no habérselo comunicado al instante y haberle ahorrado el viaje, como si yo estuviese a su servicio. 


 Petroglifo de La Raposera. Vista lateral de la primera agresión en el año 2018.



Reborde de cemento y piedras en La Raposera. Agresión del año 2018.


Aspecto del panel después de aparecer sin el reborde de cemento y piedras en septiembre 2018.

Todo hubiera quedado en un mal sueño si en septiembre de 2021 la situación no se hubiera repetido, convirtiéndose ya en una pesadilla. Parece que la misma persona ha vuelto a construir un nuevo reborde de cemento con piedras, con el agravante de que ha excavado en varios afloramientos de roca cercanos, no se sabe si para "buscar tesoros" o para construir nuevos bebederos. Esta situación provocó la actuación de la Policía Judicial de Patrimonio Histórico, supongo que alertados por alguna denuncia. Me consta que se informó de los hechos a la Dirección General de Patrimonio de la Junta, que se supone que es el organismo competente en estos casos. 

 Pero mucho me temo que como pasó en el año 2018, el Arqueólogo Territorial esté esperando que el tema se resuelva solo, porque 5 meses después (cinco meses después) la estación arqueológica sigue abandonada a su suerte, con los afloramientos de roca excavados y, lo más sangrante, con el panel de cazoletas reconvertido otra vez en un bebedero. Ahí van las fotos: 

La Raposera. Uno de los hoyos excavados en los afloramientos de roca en 2021 


Afectación del Panel I de La Raposera en Alija del Infantado en septiembre de 2021


"Presa" de cemento y piedras en La Raposera, vista lateral. Septiembre de 2021




La Raposera en Alija del Infantado. Estado actual en marzo de 2022. Nótese la falta de líquenes en la zona izquierda del panel por efecto del cemento y el agua.


Llegados a este punto, no cabe más que la más absoluta condena de estos hechos que llenan de indignación a los amantes del Arte Rupestre y, por extensión, a toda persona que sienta el más mínimo respeto por este patrimonio de nuestros antepasados. Por eso, solo se puede hacer un llamamiento desesperado a las partes implicadas:

- A la persona  que ha realizado esta "actuación", que yo considero la menos responsable, pues me parece que su conducta se debe a la falta de conocimiento de la importancia de esa "roca con agujeros" que se ha empeñado en tapar con cemento. No parece que el fin sea vandalizar unos petroglifos que para ella simplemente no existen, pues ningún cartel  anuncia su importancia ni nadie se ha molestado en explicárselo.

- A los responsables del Excelentísimo Ayuntamiento de Alija del Infantado, que han demostrado una nula sensibilidad y una gran ignorancia respecto al patrimonio rupestre que poseen. Esta ignorancia no puede ser disculpada, pues cuando edité el libro "Grabados Rupestres de la Provincia de León" me puse en contacto con los responsables municipales, concretamente con el Alcalde que regía en ese momento, para ofrecerme de manera desinteresada a realizar una charla sobre los petroglifos del municipio. La intención era la de dar a conocer y explicar la importancia de estos vestigios a las gentes de la zona, y que esto fuese el primer paso para valorarlos. Recuerdo que percibí el desinterés absoluto de los responsables municipales y, supe en ese momento, que nunca iban a poner en valor ni proteger ese patrimonio, ni siquiera con un humilde cartel informativo. A todo eso, hay que añadir la dejadez más absoluta, como si la situación de su petroglifo tapado con cemento y piedras no les afectase lo más mínimo.

- A los responsables de Patrimonio de La Junta de Castilla y León, que se erigen como los dueños de nuestro patrimonio en vez de ser sus servidores, esos que todavía no han sido capaces de incluir un solo grabado rupestre en la lista de los Bienes de Interés Cultural, y en especial al citado Julio Vidal Encinas, para que por el bien del Patrimonio leonés dimita inmediatamente de su cargo como Arqueólogo Territorial. Tengo la seguridad absoluta que cualquiera lo podría hacer mejor que él, y también en que no va a dimitir, por lo que nada más nos queda esperar que su jubilación profesional se produzca lo antes posible.  

Ni siquiera pido ya que actúen inmediatamente y restauren el panel con cazoletas, sería paradójico que después de lo que acabo de exponer y de medio año de espera yo les dijese cual debe ser su trabajo. Solo digo, para mayor vergüenza del Ayuntamiento de Alija del Infantado y de la Junta de Castilla y León que gracias a su desidia perdemos un petroglifo pero ganamos un abrevadero.  

Y aquí lo dejo, que estoy muy cabreado. 

ACTUALIZACIÓN, (20-3-2022)

Publico esta actualización dos semanas después de subir la entrada al blog. El día 2 de marzo, un amigo me sugirió que enviase otro comunicado a Patrimonio explicando la situación de la estación rupestre, pero esta vez dirigido al la Jefa del Servicio Territorial de Cultura, doña Amelia Biaín. Así lo hice, y es justo reconocer que recibí contestación hace dos días, comunicándome que había ordenado una visita del arqueólogo de ese servicio, que se había hecho un informe con todas las circunstancias expuestas, y que se había instado por escrito al Ayuntamiento de Alija del Infantado para que "realice las actuaciones necesarias para devolver los restos al estado que tenían antes de su alteración y protegerlos para su puesta en valor". Y como es de justicia, aquí agradezco a doña Amelia su celeridad en poner en marcha el expediente. Ya podían ser todos como ella.