miércoles, 28 de noviembre de 2018

LOS PETROGLIFOS DE "LA FUENTE DEL LOBO"


Semanas atrás, un nuevo panel rupestre ha salido de su  letargo milenario para mostrarse ante nuestros ojos. Como viene siendo habitual en los últimos descubrimientos, ha sido un aficionado el autor del hallazgo. Su nombre es Marcos Alonso Blas, un amigo residente en Lagunas de Somoza, y es a él a quien debemos agradecer el conocimiento de estos nuevos petroglifos.
 Su localización se sitúa entre las localidades de Lagunas de Somoza y Villar de Golfer, en medio de un paraje en el que predominan robles y encinas, típico de la comarca maragata. El topónimo más cercano a la zona es el denominado "La Fuente del Lobo", que a mi entender no podía ser más elegante y sugerente, por lo que he decidido bautizar a esta estación rupestre con ese nombre. La localización exacta y coordenadas figuran en el comunicado que he mandado al Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León.
El nuevo panel se sitúa en un afloramiento de pizarra, y se compone de cazoletas principalmente, aunque se aprecian también un par de pequeños surcos. La altura del afloramiento es escasa, pues no supera el metro de altura. En la parte superior se localizan las cazoletas más grandes y profundas, incluso a alguna de ellas la podríamos considerar como una cubeta pequeña.


                          "La Fuente del Lobo". Vista  superior del afloramiento con cazoletas

El nivel intermedio del panel presenta una concentración más abigarrada de estos símbolos semiesféricos. Dominan la composición algunas cazoletas de mediano tamaño, que sobresalen en importancia sobre otras más pequeñas y con menor profundidad. En un lateral de esta zona intermedia se advierten algunos surcos que unen las cazoletas más cercanas.
En el plano inferior, casi al nivel del suelo se concentra otra agrupación de cazoletas mucho más pequeñas, algunas son difíciles de apreciar pues apenas sobrepasan los 2 cm de diámetro y profundidad.
 En las rocas inmediatas al pequeño afloramiento se distribuyen algunas cazoletas aisladas, pero se cumple aquí también la norma de tantas estaciones rupestres, sin que se pueda explicar el motivo de que en un pequeño afloramiento se concentren todos los grabados, mientras que otras superficies cercanas, y aparentemente más propicias para ese fin, permanezcan vacías.
El número total de cazoletas supera las 25 unidades, y como en la mayoría de espacios rupestres de la provincia, llama la atención la ausencia de otros símbolos, como círculos o motivos más complejos. Tampoco se aprecian grabados más modernos, como cruciformes o firmas de pastores.


                                              "La fuente del Lobo". Vista lateral

Estos nuevos petroglifos se unen a los ya conocidos, y no por ser del mismo estilo pueden parecernos repetitivos o menos importantes. En provincias que atesoran conjuntos rupestres de primer orden, se sigue considerando de gran importancia a este tipo de hallazgos. También en otros lugares este tipo de descubrimiento tienen la repercusión que merecen, apareciendo incluso en publicaciones y noticias de nivel nacional, donde arqueólogos de prestigio se felicitan por los descubrimientos. Aquí, tenemos la suerte de que los leoneses se preocupan por conocer este tipo de vestigios de nuestros antepasados, y suplen con su curiosidad el desinterés de las autoridades patrimoniales, que por no hacer, ni siquiera se dignan en incluir las estaciones rupestres en la lista de Bienes de Interés Cultural.


                              Contexto y paisaje de la estación rupestre "La Fuente del Lobo"

Para finalizar, quiero agradecer otra vez la labor de Marcos Alonso Blas, porque gracias a su curiosidad y por mirar las rocas de otra manera ha sido posible el conocimiento de estos nuevos petroglifos.



miércoles, 3 de octubre de 2018

LAS HERRADURAS EN EL ARTE RUPESTRE DE LA PROVINCIA DE LEÓN

Hace pocas semanas pude leer en el Diario de León una noticia referente a la publicación de un trabajo sobre los grabados rupestres de Pendilla en Villamanín (León). En dicho trabajo, Manuel Mallo Viesca hace relación de diversas rocas con grabados en el camino que asciende desde la localidad de Pendilla hasta Propinde. La noticia, excelente por la divulgación de estas manifestaciones rupestres, tiene la cara amarga cuando leemos que de las 17 rocas documentadas en el año 1970 solo se conservan 4, las demás han desaparecido bajo el empuje de las excavadoras al ensanchar el camino. Hasta ahora nunca se habían divulgado estos grabados y vemos ahora el resultado, para que tomen nota aquellos que no son partidarios de dar a conocer estos vestigios en aras de una mejor protección.

La mayoría  de los grabados de Pendilla que se han conservado, y muchos de los que han desaparecido, están representados por una figura semicircular o con forma de herradura, que poco a poco se ha ido convirtiendo en habitual en las estaciones rupestres leonesas. Ha pasado de ser una representación casi testimonial que solamente aparecía en unos pocos paneles, como las herraduras de "La Peña de Santiago" en el Castro de Sopeña y algunos ejemplos más situados en fuentes y rocas solitarias. Muchas de ellas llevan aparejada la leyenda de las pisadas dejadas por el caballo del Patrón Santiago, que daba unos saltos tan prodigiosos que transmitía las improntas con forma de herradura a la roca. Hoy, la gran mayoría de estos grabados han desaparecido, y solo se conservan las leyendas orales que nos hablan de ellas.



Roca 1 de Pendilla. Herraduras, cruciformes y figuras bitriangulares



Pendilla, Roca 1. Detalle de herraduras con forma de vulva


Pendilla, Roca 8. Tres herraduras con pequeña cazoleta inscrita


Roca 13 en Pendilla. Herraduras y cruciforme

Gracias a los últimos descubrimientos, las herraduras están presentes en el arte rupestre leonés en diversas estaciones. Además de las citadas de Pendilla, tenemos “La Peña de Santiago” en Villar del Monte (LaCabrera), “La Pisada del Moro y de la Mora” en Castrillos de la Valduerna, la “Peña Ferrada” en Chana de Somoza (Maragatería) y en el castro de Sopeña (cerca de Astorga y a las puertas de La Cepeda). Hay noticias de leyendas y herraduras en Brimeda (La Cepeda) y algunos pueblos de Las Omañas. Por otro lado, Juan Luis Puerto enumera en su libro “Leyendas de tradición oral de la provincia de León” más de una docena de leyendas asociadas a grabados con herraduras repartidas por toda la provincia, muchas de ellas ya desaparecidas o ilocalizables como las de “El Vasico” en Chana de Somoza o las herraduras de Palacios Mil en La Cepeda Alta.



Herradura de "La Peña de Santiago" en el castro de Sopeña



"La peña de Santiago" en Villar del Monte



"Peña Ferrada" en Peña Martín (Chana de Somoza)



"La Pisada del Moro y de la Mora". Castrillo de la Valduerna

 Los emplazamientos suelen coincidir con castros prerromanos o cerca de su espacio de influencia, y como paradoja cabe considerar que están ausentes en el tramo del Camino de Santiago que atraviesa la provincia, un trazado donde cabría de esperar que se concentrasen herraduras y leyendas del apóstol.  Pueden aparecer en solitario o en pequeñas o grandes agrupaciones, sin otras figuras junto a ellas o asociadas en un caso a podomorfos, y a cruciformes en otro, aunque en algunas estaciones guardan una prudente distancia entre ellos como si funcionasen independientemente. En la “Peña Ferrada” de Chana y en “La Peña de Santiago” de Villar del Monte las herraduras presentan un punto o pequeña cazoleta interior y algunas agrupaciones se representan muy juntas y ordenadas verticalmente a modo de eslabones de una cadena. Las herraduras de Castrillo de la Valduerna y Villar del Monte son más pequeñas y proporcionadas, mientras que las de Chana y las del Castro de Sopeña son más grandes, algunas con una curvatura que tiende a cerrarse.
Los grabados con forma de herradura de Pendilla que se acaban de divulgar atesoran prácticamente todo el repertorio: unas son semicírculos simples, más o menos cerrados, otras tienen los lados rectos, y en lo que concierne al interior, contienen algunas un punto o pequeña cazoleta, otras herraduras presentan una raya interior, horizontal en unos casos y vertical en otros. En los ejemplos de raya vertical, la figura resultante recuerda a las vulvas grabadas en las paredes de las cuevas paleolíticas, y a otras que aparecen pintadas en el mismo contexto, como por ejemplo las representadas en el "Camarín de las Vulvas" en la cueva de Tito Bustillo. Todo esto no hace más que reforzar la teoría que propone a las herraduras como símbolos de fertilidad.


                                Roca 1 en Pendilla. Detalle de herraduras con forma de vulva

Todavía hoy pensamos que la forma de herradura es un símbolo propicio de la buena suerte, y luce clavada en la puerta de muchas casas. Es un amuleto tan potente que basta con tocarlo, tirarlo hacia atrás o ponerlo en determinado lugar para conseguir buenas energías a su alrededor. La forma de "U" se repite en muchas civilizaciones como atributos de dioses femeninos o como símbolos lunares (que es casi lo mismo). Si el semicírculo está invertido, se asemeja al aparato genital femenino, incluso podría asimilarse al útero creador de la vida. La pequeña cazoleta en su interior podría significar el comienzo de la vida o la semilla primigenia. Pero eso es solo mi teoría, y por el momento no deja de ser una teoría más.


Detalle de herraduras con cazoleta inscrita. Peña Ferrada en Peña Martín  (Chana de Somoza)

Las diferentes interpretaciones que se proponen, así como las propuestas cronológicas han generado controversia entre los especialistas, pues como las cazoletas abarcan un espacio temporal que discurre desde el Paleolítico hasta la Edad Media. En la mayoría de los paneles con herraduras, basta un solo cruciforme para que se las considere de cronología histórica, aunque las técnicas de ejecución de las figuras sean completamente diferentes y su aspecto sea anacrónico.  No obstante, me llama la atención la valentía de Manuel Mallo al aventurar una propuesta cronológica prehistórica para las herraduras de Pendilla. No todos los especialistas se arriesgan a llevar la contraria al pensamiento dominante.

     La lista de grabados con forma de herradura en la península sería interminable, pero nos resultan más cercanas a León las herraduras del “Picu Berrubia”, en el centro de Asturias, dadas a conocer por Blas Cortina, diversas “Pedras das Ferraduras” en los petroglifos gallegos o las huellas de soldados, santos y héroes (Santiago, El Cid, Roldan, las pisadas o “patadas” de Virgen María etc.) repartidas por la Meseta Central.

sábado, 14 de abril de 2018

LAS FIGURAS SOLIFORMES DE LA PLAYA DEL REDUCTO EN ARRECIFE. (LANZAROTE)

Todos los que habéis seguido este blog, sabéis que casi siempre he tratado de divulgar en él manifestaciones rupestres de la provincia de León. Esta vez voy a romper esa costumbre, porque la ocasión bien lo merece. Hace mucho tiempo que he llegado al convencimiento de que el arte rupestre es un fenómeno que debe ser contemplado en un contexto más amplio del que estamos acostumbrados.

Viene esta introducción a cuenta porque en esta entrada vamos a tratar de divulgar una estación rupestre que descubrí casualmente hace 4 meses en una visita a la hermosa isla de Lanzarote, en mis queridas Islas Canarias.
La estación rupestre ha permanecido inédita hasta ahora, a pesar de estar en el centro de una playa visitada por miles de turistas, y no acabo de explicarme como eso ha podido ser posible, ni la razón por la cual el destino me haya elegido a mi otra vez. Aunque la verdad, cada vez me extrañan menos estas cosas raras que me pasan...
Ir de vacaciones a una isla tan bonita como Lanzarote es lo normal, lo que te pide el cuerpo para descansar de todas tus actividades cotidianas, incluyendo mi pasión por el arte rupestre. Lo suyo es bajar del hotel e ir a la playa, tumbarte en una hamaca, cerrar los ojos y escuchar la brisa del mar, hasta ahí todo normal... 
Cuando después de un buen rato abro los ojos, me fijo en una zona rocosa situada en el medio de la playa. El afloramiento no tiene apenas altura, se adentra unos metros en el mar y desaparece sumergido bajo las olas. No tiene nada de espectacular, pero el  intenso color negro del basalto volcánico contrasta con la arena de la playa.... Y me siento atraido, como si fuera un ludópata y escuchase la música de una máquina tragaperras. Así que le digo a Estrella y a mi hijo Juan, "Voy un momento a ver esas rocas, vengo enseguida".


Situación del afloramiento en medio de la playa de El Reducto en Arrecife (Lanzarote)


Media hora después volví a la hamaca. No dije nada en un principio, pero me vieron esa sonrisa tonta que se nos pone a todos algunas veces, y acabé por murmurar "Ya estamos otra vez...". Estrella no dijo nada pero me preguntó con la mirada, y yo asentí.

Lo que acababa de ver en aquel afloramiento eran más de 60 figuras soliformes, situadas a ras de suelo, grabadas en el basalto volcánico, y distribuidas en dos grupos separados entre sí apenas un docena de metros. 

La primera agrupación del afloramiento rocoso está orientada hacia el amanecer, y por tanto se aprecian mejor las figuras cuando el sol aún no ha ganado mucha altura. La concentración de soliformes  es mucho más apretada en esta zona, y es espectacular tanto por la cantidad de figuras como por su variedad de formas y tamaños. 

Figuras soliformes. Nótese la figura casi tapada por la arena






Figuras soliformes de la primera agrupación (PANEL I), orientada al este.


El segundo grupo se orienta a la puesta de sol, especialmente cuando se acerca el solsticio de invierno, como se puede ver en alguna fotografía. Las figuras aquí no son tan abundantes como en el primer panel, pero son de mayor tamaño y tienen los surcos más profundos. Algunas medidas de los soliformes más grandes superan el metro de diámetro.









Figuras soliformes orientadas al oeste, en la segunda agrupación (PANEL II)

En la investigación posterior que realicé sobre la zona, no encontré documentación alguna sobre estos vestigios, por lo que que empecé a considerar que podían ser inéditos. Cuando comuniqué el hallazgo a la sección de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, me confirmaron esta primera impresión: A excepción de algunas cazoletas, no se tiene conocimiento de  ninguna estación rupestre de este tipo en la zona de Arrecife, incluida la playa del Reducto.
Como se ve en las fotos, las figuras se asemejan poderosamente a las típicas representaciones del sol que están presentes en todos las culturas y continentes. El conjunto de figuras, que supera las 60 unidades, debe convertirse en un icono cultural de la isla de Lanzarote, pues no se conoce tal concentración de figuras soliformes en todo el Archipiélago Canario e incluso en todo el arte rupestre del Eje Atlántico.

Aunque en un principio pensé que todas las figuras eran antrópicas (producidas por la acción del hombre), la opinión de algunos especialistas de la isla me ha hecho adoptar cierta cautela. Ellos aseguran que, si bien las cazoletas centrales de las figuras son antrópicas, los "rayos" son naturales, producto de la geología volcánica de la isla. Atendiendo a esas indicaciones, elaboré un trabajo en el que expongo esas posibles objeciones, pero proponiendo la teoría que postula la gran importancia de la estación rupestre, aun considerando el origen natural de los surcos radiales.
 Sin embargo, en ese mismo trabajo pido a las autoridades patrimoniales del Cabildo de Lanzarote que efectúen estudios más específicos, pues otros especialistas consultados con posterioridad dudan de que los surcos sean naturales, o que al menos no hayan sido modificados por la mano del hombre. En ese sentido, la opinión y dictamen de los geólogos tendrá mucho que decir.



Soliformes en el Panel II

OBJETIVOS

Se debe generar en la isla un debate científico, sereno y constructivo, protagonizado por especialistas en Arte Rupestre, geólogos, aficionados y cualquier persona que pueda aportar conocimientos que ayuden a culminar los siguientes objetivos:

La estación rupestre de la playa de El Reducto, debe ser estudiada en profundidad, y sobre todo debe ser protegida.

Se debe determinar si la ejecución de los surcos radiales son producto de la naturaleza volcánica o por el contrario fueron hechos o modificados por la mano del hombre.

Aún suponiendo el origen natural de los surcos, se constata que todas las cazoletas son antrópicas y se han realizado en el centro mismo de las figuras, formando intencionadamente representaciones solares. Si aceptamos esta evidencia, la importancia que cobran estas figuras es indudable.

Una estación rupestre que contiene 60 representaciones soliformes grabadas en la dura roca basáltica debe ser considerada con la categoría de excepcional, ayudando a la comprensión de la Historia de Lanzarote y merece por derecho propio ser declarado Bien de Interés Cultural.



Para todos los que queráis profundizar sobre el tema, os pongo un enlace al trabajo que he publicado en la "Academia. edu" ( os aconsejo que lo descarguéis primero)



domingo, 1 de abril de 2018

LIBRO "GRABADOS RUPESTRES DE LA PROVINCIA DE LEÓN"

Despues de un largo tiempo de silencio en este blog, subo una entrada para comunicaros que el silencio no significa inactividad, y que he estado aprovechando todo este tiempo para terminar la edición de un nuevo libro en donde recopilo todas las manifestaciones rupestres que han ido apareciendo en la provincia de León. 
El sábado 31 de marzo será la presentación en Astorga, en la Ergástula del Museo Romano, a las siete de la tarde.




      Cartel anunciador de la presentación en Astorga


   Reseña del  libro “Grabados Rupestres de la Provincia de León”

“Grabados Rupestres de la Provincia de León”, es una cuidada monografía sobre las manifestaciones rupestres aparecidas en la provincia leonesa desde el año 2008 hasta la actualidad.  Se incluyen y amplían los datos sobre las estaciones con petroglifos recopiladas en el primer libro del autor titulado “Petroglifos en Maragatería. El enigma de los laberintos del Teleno”,  publicado en 2012, y a continuación se presentan y analizan los grabados rupestres descubiertos  en los siguientes años, en un recorrido temporal que abarca la Prehistoria, la Protohistoria y la Historia Contemporánea, demostrando que en estas tierras se han grabado símbolos en las rocas desde la noche de los tiempos hasta la actualidad.
El catálogo resultante, donde se expone una treintena de estaciones rupestres,  se completa  en los capítulos finales con otras manifestaciones culturales, como las piedras grabadas para jugar a los bolos, los alquerques de juego de la catedral de León, o los grabados que dejaron los últimos pastores. Toda esa información se acompaña de un extenso soporte fotográfico que supera las  250 imágenes.
Este trabajo pretende dignificar una parte muy importante de nuestros orígenes, y al mismo tiempo servir de homenaje a la sociedad leonesa y a tantos aficionados al Arte Rupestre, que han sabido incorporar esta herencia como propia de sus antepasados.



     Portada del libro "Grabados Rupestres de la provincia de León"

Pronto estará en las librerías de la provincia, con un precio de 23€. El libro está editado con papel de calidad, tiene 236 páginas y más de 250 fotografías a todo color. Para aquellos que vivan en otras provincias o quieran recibirlo por correo, se pueden poner en contacto conmigo, escribiendo al correo juancarlos9999@gmail.com, y les contestaré calculando los gastos de envío. Espero que os guste.