A lo largo del Camino de Santiago y sobre todo cuando nos acercamos al monte Irago, las humildes piedras se convierten en ofrendas que se depositan en altares improvisados, generalmente del mismo material. Piedra sobre piedra.
Algunas veces los cantos son utilizados para avisar de la ruta al compañero que va retrasado o que comenzó el Camino días mas tarde. Mensajes que se hacen en el presente, que serán encontrados en el futuro, y que se interpretarán en pasado.
Otras veces ( la mayoría) las piedras se amontonan espontáneamente en lugares sugerentes, como cruces de caminos, cruceros, rocas- altar, etc. Cada piedra representa los sentimientos de cada peregrino, unos de carácter religioso, otros por autoafirmación, otros por mimetismo...
Y eso que no hemos llegado a la Cruz de Ferro, para la que los peregrinos guardan en su mochila su piedra mas especial..
4 comentarios:
Juan Carlos, el nombre propio, de acuerdo a los rasgos lingüísticos de la zona, sería Cruz de Fierro. Sé que Cruz de Ferro es más popular, pero no es la denominación autóctona.
Por cierto, ¿sabías de la romería de San Toribio de San Justo de la Vega en la que depositan piedras sobre una cruz: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=78492
En Celtiberia también se trató el tema:
http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3622
Muy bonito el texto, J.Carlos. Si me lo permites yo haría hincapíe en ese sentido entre místico y telúrico que tiene el colocar una piedra ya sea formando una forma concreta junto algunas otras previamente allí existentes o simplemente arrojandola sobre un montón para que dé testimonio de que una persona dejó constancia de su paso y sus sentimientos en ese lugar concreto
Taliesin, gracias por la corrección y por los enlaces.La romería de San Justo es un ejemplo perfecto sobre el tema.
La próxima entrada tratará de la Cruz de Fierro, donde todas las piedras tienen el sentido que alude Alevin en su comentario.
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